Ahora mismo, estoy sentada en nuestra sala común, viendo como Hannah revolotea de un lado a otro repasando los apuntes que la profesora Vector nos habia dado, la verdad es que la aritmancia se me atraganta un poco, pero terminaré consiguiendolo. Daisy está tumbada en uno de los sillones con uno de mis libros en sus manos, sí, Daisy tiene la mala mania de quitarme los libros de la mesilla, pero, como era Daysi le dejaba que lo hiciese (al fin y al cabo, a la estanteria no llega). Marvin está sentado junto de Natalie y Cedric, los tres estan riendo y haciendo, o en teoria eso deberian, los ejercicios que les habian puesto en clase. Hoy por lo menos, me libré de uno de los lametones de Marvin. Ahora que me paro a pensar, cómo les conocí a todos es un misterio para ti ¿verdad?. Yo recuerdo ese día con mucho cariño.
Comenzaré a contarlo antes de subir al tren que me trajo a este lugar que tanto adoro ahora mismo.
Mi madre, estaba sentada tras el mostrador de la libreria, mi padre, deambulaba de un lado a otro cruzando el almacen de vez en cuando, comprobando que no cogiese más libros de los debidos. Andaba tan perdida en mi mundo cogiendo todo libro que encontraba por delante, con Renzzo cruzandose entre mis pies, hasta que la tercera vez que estuve apunto de caer, cogí a mi precioso y enredador gato negro con un brazo, y tres libros bajo mi otro brazo. A lo lejos, la voz de mi madre me apartó del mundo de ensoñación en el que estaba.
-Megan, deja de trastear en el almacen, vamos a cerrar ya, asique ve a casa, mañana el tren sale pronto.
-sí mamá, pero esque... este libro...
-Megan Nicole, marcha ya a casa, si necesitas cualquier libro, me lo pides, pero ahora, a casa, tienes que terminar de colocar el baúl. En un rato vamos nosotros.
-Sí mamá.
Sali hacia mi casa y subí directamente a mi habitación. Estaba realmente nerviosa, habia leido bastante sobre Hogwarts y también sabia las historietas y batallitas que contaba mi padre. No sabía a que casa queria que me metiesen, desde luego a Slytherin no, pero entre Ravenclaw y Hufflepuff, me gustaba muchisimo más Hufflepuff. Mientras me pegaba con mi baúl para que me cupiese todo, entraron mis padres y se sentaron junto de mi en la cama, se les notaba emocionados , su única hija iba a ingresar en Hogwarts y estaban llenos de orgullo por ello.
-¿estás nerviosa Megan?- preguntó mi madre colocandome la melena detras de la oreja.
-Un poco la verdad, ¿que pasa si me seleccionan de Slytherin?
-Nada hija, no pasa nada, porque tú sigues siendo Megan Nicole Nell, nuestra niña torpe.
-Gracias papá.- dije terminando de cerrar el baúl y recostandome bajo las mantas con Renzzo en mi regazo-Buenas noches
-Hasta mañana pequeña, descansa.- tras darme un beso cada uno, salieron hacia la cocina.
A la mañana siguiente, tras despertarme algo sobresaltada al pensar que llegaba tarde, con tan mala suerte, que, como de costumbre, trastabillé conmigo misma, y caí al suelo. Rápidamente, con una leve maldición me levanté y me coloqué la túnica reglamentaria de Hogwarts, aun era una lisa, pero tenia la ligera ilusión de que terminase siendo amarilla. Una vez estaba arreglada, bajé el baúl a la cocina donde estaba mi padre leyendo interesado el periódico, le saludé y me senté frente mi desayuno.
-Oye Megan, tu madre y yo no podemos acompañarte hoy, llego una carta del ministerio para tu madre y tengo que sustituirla en la libreria. Me dijo que cuando despertases fueses junto a ella, que queria despedirse.
-Está bien papá.- terminé de desayunar, le di un beso a mi padre y fui con mi madre.
En la librería, habia un hombre demasiado pomposo, ese hombre sería el que me llevaria hasta el tren segun me contó mi madre. Tras despedirme de mi madre, el hombre pomposo, hizo que apareciesemos en su casa, en la que el salón estaba llena de cuadros suyos.
Una vez atravesado el muro, encontré un compartimento vacio en el que me coloqué. Al poco, aparecieron un chico ( que ahora sé se llama Edius) y una chica (una Slytherin llamada Violetta) la cual, más tarde me metería en un lío con el prefecto de los Slytherin y por mi nula capacidad a decir que no.
Cuando por fin llegamos a Hogwarts, Hagrid nos reunió a los de primero y nos llevó al embarcadero, donde subí a una barca en la que solo había dos chicas. Una de esas chicas, estaba apartada en un lado de la barca, era terriblemente guapa, con unos ojos azules marinos impresionantes, la otra muchacha, sentada saltando de los nervios era pelirroja y palida, se la veia nerviosa. La chica de los ojos azules, descubrimos que se llamaba Dafne, actualmente está en Slytherin, la otra chica, es mi la que actualmente es una de mis mejores amigas: Hannah. Cuando ibamos hablando en la barca, ambas muy emocionadas, vimos un chapoteo en el agua, el chapoteo estaba producido por Violetta. Intenté ayudarla, quería, enserio que quería, pero Dafne me aseguró que no se podía hacer nada, ya que las barcas tenian un encantamiento y no se permitía el cambio de dirección.
Cuando entramos en el castillo, nos recibió el conserje que nos llevó a una sala enorme, donde todos comenzaban a charlar los unos con los otros, en lo que yo hablaba con Hannah. Entraron en la sala el profesor Snape y la profesora McGonagall en la sala para indicarnos lo que iba a ocurrir a continuación. Nos explicó que acto seguido entrariamos en el gran comedor, y se nos asignaria una casa.
Entramos en el gran comedor, y lo primero que hicimos, tanto Hannah como yo, fue elevar la vista al techo y contemplar aquel cielo atravesado por las vigas del techo. Cuando llegamos cerca del estrado, comenzaron a llamar a la gente. La primera fue Hannah que tras trastabillar, subió al estrado y el sombrero gritó enérgico que era una Hufflepuff, haciendo que toda la mesa de la casa clamase. Tras una larga lista de nombres, me llegó mi turno. En el breve trayecto al estrado, iba rezando por no tropezar con los tres escalones que habia, y logré subir sin caerme de bruces, cuando me colocaron el sombrero, estaba temblando. Noté como el sombrero comenzaba a apretarme un poco, y cada segundo se me hizo eterno, hasta que escuché con un ligero eco el nombre de mi casa "Hufflepuff" y salté de la emoción. Bajé corriendo y tropezandome y fui junto de Hannah, y nos dimos un abrazo. Cenando, me presentó a su hermana, que estaba sentada a la izquierda de Hannah. La verdad es que estabamos algo nerviosas las dos.
Al rato de empezar a cenar un chico iba recorriendose nuestra mesa, hasta que llegó a nosotras y nos pasó los brazos por los hombros. Acto seguido, miré el brazo y luego a Hannah, pero en vez de la cabeza de Hannah, estaba la cabeza de un chico moreno, algo desgreñado que nos sonreía a ambas.
-Vaya, Sangre nueva., es broma es broma. Me llamo Marvin, tercer año, si necesitais apuntes, chuletas o cualquier cosa, buscadme.
-Lo siento, pero yo no hago trampas- dije mirando fijamente a Marvin que la verdad es bastante mono.
-Eso dices ahora guapa. ¿como te llamas?
-Megan
-encantado Megan, y...
-Hannah
-Un placer, bueno niñas, me voy que tengo que seguir
dicho esto, siguió hacia los siguientes nuevos elegidos de la casa. Hannah y yo, nos miramos, soltamos unas carcajadas, y seguimos cenando.
Entre risas y bromas, me fijé en un chico sentado a nuestra mesa, parecia de tercer o cuarto año, pero era guapisimo, le pregunté a Hannah si sabia de quien se trataba, ella, me dijo que se trataba de nuestro prefecto, Cedric Diggory. A lo largo de la noche, note que Hannah miraba mucho, tal vez en exceso a un chico sentado en la mesa de Gryffindor. Le reconoci como el muchacho que buscaba un sapo en el tren.
-¿te gusta ese chico?
-¡Pero que dices! anda deja de decir tonterias- dijo ella sonrojandose hasta las orejas.
Sonriendo, me levanté hacia la mesa de los Gryffindor, y me senté al lado del muchacho.
-Hola, mira, ¿ves a esa chiquilla de alli la que mira la tarta tan fijamente? Se llama Hannah, y me ha preguntado por ti
-¿por mi?
-si por ti. Perdon, yo soy Megan. ¿como te llamas?
-Neville. ¿seguro que por mi? no me estaras gastando una broma pesada ¿no?
A regañadientes conseguí que Neville me acompañase junto a Hannah.
-Hannah, este es Neville.
Neville se sentó con la cabeza gacha, al igual que Hannah que me hizo pensar que si se ponia un tono más de rojo. Hannah me miró amenazante prometiendome que me devolvería esta encerrona tan improvisada. Al ver que no arrancaba ninguno ha hablar, le di un leve codazo Hannah para que comenzase.
Realmente, no sé de que hablaron, solo sé que lo siguiente que pasó es que ambos se pusieron a buscar el sapo de Neville.
Seguí cenando, hablando con unos y con otros, cuando de pronto a mis pies, apareció un sapo. me agaché a recogerlo para entregarselo a Neville a si dejarian de dar vueltas por el comedor. Cuando me dirigia a darle el sapo a Hannah para que pareciese que lo habia encontrado ella,alguien me puso la zancadilla y caí de boca al suelo, intentando que el sapo de Neville no saliese volando por los aires por el impulso de mi caida. Al girarme pude ver a un Slytherin riendo con su grupo de amiguetes. Muy resignada, me levanté, me sacudí el polvo de la falda, me giré con una confianza de plomo en mi misma y le sonreí, siguiendo mi camino hacia delante.
Tras la cena, tuvimos que ir a nuestra sala comun que está situada... bueno, donde esté. Durante el camino iba picando a Hannah y ella a mi. Se podria decir que encajamos desde el principio. Seguiamos a Cedric hacia nuestras habitaciones, cuando Hannah me empujó literalmente sobre él, que cordialmente, con una sonrisa que me dejo embobada, me sujetó evitando que me cayese de bruces contra el suelo. Una vez pasado mi shock emocional porque Cedric me habia tocado y sonreido, nos encaminamos hacia nuestra habitación, la cual compartimos con Daisy, una medio enana morena con demasiada energia en el cuerpo, sin duda alguna, hizo muy buenas migas con Hannah y conmigo también, somos las tres inseparables. Tambien compartimos habitación con Miranda Hopkirk y con una de las trillizas Paula Pattil.
A la mañana siguiente, nuestro primer día de clase, Hannah nos despertó a todas una hora y media antes, motivo por el cual, se nos podia ver corriendo detras de ella por la sala común. Caminando hacia el gran comedor, alguien chocó conmigo, al fijarme nuevamente, vi que se encontraba el mismo chico moreno de Slytherin. Con una soberbia que no sé de donde salió, me giré hacia Hannah que me miraba preocupada.
-Tranquila Hannah, es simplemente que su ego no le permite ver por donde va.
-¿has dicho algo escoria?
-No, no he dicho nada.- dije con una sonrisa de suficiencia continuando mi camino entrando en el salón.
Durante el desayuno, mientras Hannah y Daisy hablaban sin parar, yo removia mi vaso de leche mientras leia distraida mi libro de criaturas mágicas cuando de repente, escuche a Hannah soltar una leve risita, me di cuenta que miraba nuevamente a Neville.
-ve a hablar con él
-¡¿Qué?! y... ¿qué le digo?
-¿hola?
acto seguido Hannah emprendió el camino ha hablar con Neville, y Daisy se dispersó hablando con más personas. Seguia abstraida en mi libro cuando noté nuevamente una mano que se apoyaba en mi hombro, miré la mano, y miré hacia Marvin, que acababa de sentarse a mi lado.
-Buenos días ¿qué lees?
-Un libro de criaturas mágicas
-¿no crees que es un poco dificil para...? quiero decir, que tiene un nivel muy alto para... me refiero que si no te resulta compli... lo estoy arreglando en fin, que si no te resulta aburrido.
-No, la verdad es que me encanta, quiero dedicarme a ello.
-si quieres apuntes o chuletas, yo no soy como los Weasly, yo te los doy gratis... o como mucho te pido un beso- dijo señalandose la mejilla.
-No te voy a dar un beso. No te voy a pedir apuntes.
-eso dices ahora, piensa que si me das un beso, serás la chica más envidiada de la casa.
-si te doy un beso yo las envidiaria a ellas.
-¡me siento ofendido!
Tras un rato de monologo por parte de Marvin, en el que él solo llegó a la conclusión que era conveniente que le besase. Dijo que tenia que ir a clase, que llegaria tarde, y cuando creí que me habia librado de él, me agarro las mejillas, y me dio un beso en la mejilla (e de matizar que antes de esa vez, lo habia hecho otra, asi como me habia dado un lameton en la cara) que yo me limpié con asco quejandome al tiempo que me reia.
Las clases de la mañana pasaron sin incidencias, al igual que la hora de la comida, en la que Hannah, cedió "amablemente" su asiento a Marvin debido a una conversación algo desafortunada con Daisy. Cuando Marvin me volvió a dar otro beso, miré hacia Cedric, que miraba hacia mi con una ceja levantada y una sonrisa en la boca. ¿estaría celoso?
Al terminar de comer aun teniamos algo de tiempo para poder dar una vuelta por el colegio. A la salida del comedor, nuevamente, noté como alguien me empujaba y me hacía caer, pero por suerte, alguien me sujetó antes de que me desplomase por completo en el suelo. Al levantar la cabeza me encontré con dos chicos de mas o menos mi edad, uno pelirrojo que se presentó como Ron y un chico moreno al que conocía como Harry Potter. Tras una breve conversación con ellos apareció una chica con el pelo emarañado que se presentó como Hermione. Por un impulso, le ofrecí ir a la biblioteca juntas, descubrí muchas cosas sobre ella, como que es hija de muggles, pero que conoce muchisimo el mundo mágico. En navidades vendra a casa conmigo lo cual me recuerda que debo avisar a mis padres de ello.
Nuevamente se reanudaron las clases sin incidentes, la siguiente hora, fue bastante cómica porque compartiamos clase con los Gryffindor, y Neville, se quedó dormido en clase de historia de la magia, y el profesor Binns no se dio ni cuenta.
Al finalizar las clases, antes de cenar, decimos ir a dar un paseo por los jardines. Conseguí convencer a Neville y a Herminone, y cuando caminabamos por uno de los pasillos hacia la salida vimos a lo lejos como entraban Cedric, Natalie (prima de Cedric y nuestra segunda prefecta) y como no, Marvin. Hannah, tras una sonrisa malevola se acercó a ellos y se puso a hablar, a mi lado Daisy no podia dejar de reir. Aun no sé que hizo Hannah, pero Cedric me miró directamente a mi y sonrió derritiendome en el camino. Observé que Hannah volvia hacia nosotros junto con Cedric y Natalie, pero que Marvin quedaba en la puerta. Miré a Hannah con cara de enfado y ella simplemente se encogió de hombros.
-Asi me gusta, comenzando la relación y la amistad entre casas- dijo Cedric mirandonos a todos.- Nosotros nos vamos que tenemos que hacer los ejercicios que nos puso la profesora Vector.- me miró directamente a mi antes de decir- Pasada una buena tarde.
Esa tarde Marvin nos acompañó en el paseo.Hasta aquí todo sin incidentes.
A la hora de la cena, entre bromas y risas, llegó el momento más tenso de todo lo que llevo aquí. Algo me golpeó la nuca, y al girarme para mirar en la dirección en la que habia venido el proyectil, vi nuevamente al Slytherin moreno, riendose con sus compañeros. Cansada de todo, me levanté y fui a preguntar a ver si alguien conocía a aquel pesado. Por un error fatal le pregunté a Marvin si conocía a aquel chico, y le conté qué habia pasado. Él completamente serio( si le conocieses sabrias que es muy raro que se quede o callado o serio) se levantó y se dirigió a la mesa de los Slytherin sentandose enfrente del chico.
Caí sentada al lado de Cedric arrepintiendome de haberle dicho nada a Marvin.
-Cedric- tartamudee como pude.-¿Qué hace Marvin? se va a meter en un problema. ¿por qué no haces nada?
-Marvin está defendiendo a una chica, si me lo hubieses dicho a mi yo habria hecho lo mismo, y tranquila, Marvin va a estar bien.
Estaba tan nerviosa que pase por alto el comentario de "yo habria hecho lo mismo". Trastabillando, me senté nuevamente con Hannah sin apartar la mirada de la mesa de los Slytherin. A Marvin solo le veia el cogote, pero la cara del Slytherin se estaba volviendo cada vez más y más agresiva. Al lado del Slytherin se situaron dos más. Éste, se levantó precipitadamente, ante todo el comedor en silencio, y moduló con los labios un "largate de aquí".Marvin no se movio. Esta vez la voz del Slytherin se escuchó alta y clara repitiendo las mismas palabras. Marvin seguía sin moverse. Curiosamente, cuando el Slytherin en cuestion iba a abalanzarse sobre Marvin, cayó redondo antes de poder avanzar. Cuando un segundo Slytherin se lanzaba hacia él, volvió a caer. Noté como Marvin, que seguia sentado sin moverse, comenzaba a mover la pierna. Tras asomarse a mirar a los dos Slytherin en el suelo y decirles algo, se levantó y volvió hacia nuestra mesa. En cuanto se sentó, fui hacia él y le pregunté qué narices habia pasado cuando me fijé que el pantalón de su uniforme estaba roto y asomaba su varita, él al percatarse de mi mirada sacó la varita del agujero con un movimiento gracil y la guardó en la túnica con una sonrisa, me miró y siguió comiendo. Esa noche apenas probé bocado.
Al terminar de "cenar" nuevamente, me cayó un beso de Marvin. Esa noche, me quedé un poco en la sala común, con un libro, sentada en el sofá cercano a la chimenea y Renzzo acurrucado en mi regazo. Llegaron de la ronde Natalie y Cedric.Natalie estuvo hablando un rato conmigo sobre criaturas mágicas y algunas tribialidades más, la verdad es que es una chica encantadora. Cuando se iban a ir a dormir, Cedric, se asomo a la escalera y dijo:
-Dulces sueños Megan, le daré las buenas noches a Marvin de tu parte- con una sonrisa picara en la cara.
-¡Cedric!
Poco después, acompañe a mis compañeras de habitación en la actividad tan productiva que es dormir.
A día de hoy, me sorprende el darme cuenta de la relacion que tengo con Cedric, es tan cercana. Marvin sigue como siempre, me consuela saber que a Hannah le tira de las mejillas para ponerselas rojas porque a ella le molesta. Y hablando de cosas que molestan, tengo que dejarte. Marvin acaba de pasarme nuevamente la lengua por la cara, tengo que regañarle.
Hasta la proxima.
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