Este mes y medio aquí no ha estado nada mal, salvo algún que otro tropiezo por mi parte (por no perder constumbre), ha sido uno de los mejores meses de mi vida. Dicen que los Hufflepuff somos algo permisivos y buenazos, supongo que por eso el sombrero me metió en esta casa. La verdad es que me encanta, mis compañeros Hufflepuff son realmente geniales, he entablado amistad con una chica de mi año, se llama Hanna , es algo pesada y cargante, pero en el fondo es maja y agradable, también he conocido a su hermana mayor, se llama Leslie Abbott, es bastante maja. Luego, vagando por mi amada biblioteca conocí a un, como los llaman aqui, hijo de muggles, es un chico... cuanto menos curioso, es demasiado impulsivo y pienso que eso le traerá problemas, pero no debe preocuparme demasiado, no es de mi casa, es un Gryffindor, aun así, me cae bien, asique veré que puedo hacer para que no se meta en problemas. Luego, tras ir a la lechuceria a contactar con mi madre, conincidí con una Ravenclaw, bastante peculiar, se llama Luna, me dijo que realmente yo no soy torpe, son los nickles, unos bichitos que se sientan en mi cabeza y me hacen tropezar, asique como tenia curiosidad, me acompaño a la biblioteca a buscar informacion sobre ellos.
Lo peor llegó luego.Habia escuchado a cerca de los Slytherin, de su prepotencia, y su natural desprecio por cualquier otro ser vivo. Me resultaba raro no haber tropezado hasta la fecha con ninguno. Hasta que, como no podia ser de otra manera, tuve que hacerlo.
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