Megan Nicole Nell. La niña de los ojos de gato.

Megan Nicole Nell, recibió el primer nombre de su abuela paterna, aquella gran desconocida
de la que solo conocia el nombre, y el segundo de su nana, como ella llamaba a su abuela
materna. Había heredado el precioso pelo rizado y largo de su madre así como el color de su
padre, y un color de ojos parecido al ambarino de su madre con ligeros toques verdes de las
esmeraldas de su padre, que le aportaban el mismo efecto de frialdad y calor que tenia su
madre. Ella, no sabía nada acerca de la familia de su padre, solo tenia conocimiento de que
tenia un primo, dos años mayor que ella, Ian Norbert Nell , que habia sido educado
bajo el poder de sus abuelos y la odiaba.
Megan, tenía un sueño desde pequeña, tenía las mismas inquietudes que su madre, quería
llegar a ser animaga. Lo decidió una noche en la que la lluvia apremiaba y vió como el esbelto
cuerpo de su madre se transformaba en un precioso lince y se tumbaba a los pies de su padre
que le acariciaba el pelaje con ternura, recostado frente al fuego, ella no entendía por qué,
pero aquella escena le llenó el corazón y marcó como meta llegar a vivirla en carnes propias.
Un día que fue a la tienda de sus padres, cuando su madre atendia a un cliente, comenzó a
buscar información, al criarse entre libros aprendió a leer de muy pequeña, y dio con la
solución: sería animaga como su madre, ella, emocionada, llego corriendo junto a su madre y
le dijo completamente convencida 

“mamá, de mayor, quiero ser como tú: animaga, así me convertiré en un lince como tú y saldremos a correr juntas por la noche”.

Su madre, muy
seriamente, le prohibió estudiar para ser animaga, por mucho que ella quisiese, su madre no lo
iba a consentir. Megan bastante decepcionada, buscó una alternativa, está , surgió a raiz de ir
junto a su abuelo y su padre a visitar a los augurey y se enamoró de ellos. Decidió que de cara
a su madre, estudiaria el control de las criaturas magicas, para ser como su padre y su abuelo
pero, su gran objetivo era ser animaga e iba a luchar por ello.
Megan era bastante torpe y trataba de ayudar a todo el mundo. Le encantaban los hechizos,

escuchaba todas las noches a su padre conjurar y cada noche le pedia que le enseñase un

hechizo nuevo. Una noche, le preguntó a su padre por sus abuelos y él, simplemente evadió el
tema, consiguiendo con eso, que Megan se pusiese una nueva meta, averiguar que le paso a
sus padres con sus abuelos y conocerlos. Queria ayudar a su padre a que fuese feliz.
Ella vivia feliz y contenta, ayudando a su madre en la tienda y a su abuelo con los augurey,
hasta que un dia de verano, una lechuza entró volando en la tienda y le entregó una carta a su

madre. Había sido admitida en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Solo rezaba por que no la metiesen en Slytherin, o tendria que encontrarse con su primo perdido, y eso le
causaria problemas.