domingo, 5 de mayo de 2013

Por qué el destino entrelaza historias 4: "Gwen, el arte hecho persona."

| | 0 comentarios

Gwendolin Grindelwald nació en Londres, bajo el seno de una familia poderosa. Por circunstancias de la vida, ella nunca llegó a conocerles, en cambio, fue a parar en otra familia que se preocupo por ella. Pasó su infancia con Giovanni y Susane Nell y ellos le enseñaron la belleza del arte y la disciplina necesaria para ser una buena Grindelwald. Creció fuerte y bella en una casa de las afueras, y cuando llegó el momento, su padre la mando a Dumstrang. Alli fue tratada entre algodones, era la única chica de todo el colegio, y aun por encima era la nieta del anterior mago tenebroso. Cuando estaba en Dumstrang, un chico se puso en contacto con ella. Le pidió que por favor le ayudase, él quería volver a su hogar, quería volver con su luz, y Gwen, se ofreció a ayudarle. Llego el verano, y ella fue a un campamento de quiddich, alli, conoció a bastante gente. Ese año iba a ingresar en Hogwarts, y conoció a bastante gente de esa escuela. Conoció, de pura casualidad a una chica de pelo rizado y tirando a rubio y unos ojos verdes felinos que visitaba a sus compañeras de tienda. Gwen la reconoció, pero la chica de rizos no sabia nada de ella, lo único que sintió cuando la vio por primera vez, fue fuerza, pasión, y belleza. Sobretodo belleza. Gwen, se acercó a Megan y habló de un tema crudo, y habló con delicadeza. Megan se quedó impasible viendo como Gwen hacia lo imposible por superar su incomodidad y contarle lo que era necesario a Megan. Le contó que el amor de su vida había vuelto por ella, y que tenia que estar preparada, también le contó que eran familia. Megan se enfadó y Gwen lo asumió. Pasó tiempo, y Megan escribió a Gwen pidiéndole perdón, y la invitó a pasar una semana con sus futuros nuevos compañeros. Gwen fue y conoció un poco el mundo que le esperaba. Megan, seguía viendo belleza. Pasó el tiempo, y Gwen entró en Hogwarts, ya no estaba sola, tenía a Violetta, y a Marcus, y a Leslie y a Marvin. Se embarcaron en un montón de aventuras juntos, viajaron en el tiempo, y Gwen construyó grandes cosas, compartió su arte con los demás. Una noche, delante de un basilisco Megan ayudó a Gwen a conjurar algo grande, y lo consiguió. Luego, Gwen vio como las cosas se desmoronaban un poco, pero ella siguió al lado de todo el mundo, compartiendo su belleza y su entereza. Cuando Violetta cayó enferma, Megan pudo ver plenamente esa determinación y fuerza por parte de Gwen cuando permaneció fria y seria, preocupada por Violetta, al igual que se habia preocupado por Megan cuando le pasaron cosas malas. Y asi es como Megan se dio cuenta de que Gwen era la belleza y la fuerza que unia las cosas, Gwen era una pieza clave, como un pilar fuerte sin el cual cualquier monumento se derruiría.
leer más...

martes, 26 de marzo de 2013

Por qué el destino entrelaza historias 3: "La luz en la oscuridad"

| | 0 comentarios



En el centro de la ciudad, en una casa que no destacaba particularmente, un ocho de agosto se llenó de pura alegría y paz. Por la puerta un matrimonio feliz entraba con su primogénita, una niña de pelo rubio y de unos grandes ojos azules verdosos culminaba su alegría. Un año después nació otra niña que hacia las delicias de su hermana. La primera chiquilla era tranquila y constante, era pura paz e inocencia, en contrapunto a su hermana pequeña que era un pequeño torbellino de nervios.
Leslie tuvo una infancia feliz, y un día llego la tan ansiada carta a la escuela más prestigiosa del lugar. Su primer año pasó sin incidentes, estaba nerviosa, pero consiguió hacer unos pocos amigos, aunque pasó más bien desapercibida. Al año siguiente, entraría su hermana en la escuela, y eso la alegraba bastante. Un día, cuando su hermana se sentó a su mesa, le presento a una chica de ojos felinos, que sonrió ampliamente al verla. Había notado en ella una luz que brillaba sin querer, temerosa. Pero brillaba con fuerza, daba esperanzas. Megan no podía esperar a ver cómo esa luz se haría tan grande como el mismísimo sol. Ella lo sabia, sabia que Leslie podría con casi cualquier cosa, sabia que, llegaría un día en el que esa luz que brillaba temerosa, recubriría a Leslie y haría que cualquier miedo y duda se disipasen. Un día, Megan y Leslie se encontraron frente a un peligro inmenso y , Leslie, impulsada por aquella luz que brillaba temerosa, les salvó. Ella quiere ser medimaga, lo que aún no ha terminado de comprender, es que su simple presencia ya es curativa. Cura almas, y tranquiliza inquietudes. Es capaz de parar las maldiciones letales, y es capaz de hacer que lo más peligroso parezca inofensivo. Es por esa luz. Hace poco, Megan vio esa luz brillar decidida, y adoró cada pequeña partícula luminosa que salía de ella, porque , vio a Leslie creer en esa luz, reconocer que ahí estaba e hizo que los demás supiesen lo valiosa que es Leslie Abbott.
leer más...

domingo, 17 de marzo de 2013

Be my valentine.

| | 0 comentarios


No habia estado tan nerviosa en mucho tiempo. Me habia convertido muchas veces en animales, pero, el hechizo solo me habia salido una vez, y fue porque estaba en peligro. Esperaba que me saliese, tenia que salirme. Era para él. Marcus y Hugo me echaron un cable. Las velas en el suelo eran geniales y los efectos de fuego de Marcus lo hacian aun mejor. Entré en el gran comedor con los guantes en la boca, dios que nervios, iba tropezando con mis propias patas. Pude ver su cara de sorpresa cuando me desconverti, fue simplemente perfecta. Me temblaba algo la varita, tengo que reconocerlo, pero el patronus salió perfecto. Todo el mundo me miraba con la boca abierta. Mi lobo correteó al rededor de mi, y se paró a mi lado mientras yo escribia su nombre en el cielo. Lentamente me acerqué a él y le di sus guantes. Con una sonrisa me alzó por encima de la mesa. Alcancé a escuchar que me daban 100 puntos para la casa. Pero la verdad es que no me importaba demasiado. Estaba en mi lugar seguro siendo invencible.
leer más...

domingo, 10 de marzo de 2013

por qué el destino entrelaza historias 2: "el niño con el corazón de escamas"

| | 3 comentarios


En una enorme casa a las afueras de un pequeño pueblo, vivía rodeado de riquezas un niño de pelo negro y ojos azabache, tenía un hermano rubio y algo remilgado. El niño de pelo negro creció amando el correr por el bosque, amaba como su pequeño kneazle corría libre por el bosque cercano a casa tras curarle la pata. Pese a que amaba estar entre criaturas mágicas, tenia muy alta educación y sabia bastante en lo referente a modales, fue educado de una manera recta y estricta, pero al fin y al cabo, feliz. Su primer año en la escuela de magia no es demasiado conocido, hizo amigos, pero era bastante desagradable con los que no gozaban de su posición. También era diestro y fuerte en lo relevante a los deportes e inteligente en el resto de ámbitos, pero le seguía fallando esa pequeña llama que le hacia ser humano completamente, que le hacia ser el mismo. Al año siguiente, pintaba la cosa ser igual. Tenía a sus amigos del año pasado, pero seguía siendo el mismo que, de una manera casi inconsciente, les alejaba ya no lograba entender por qué no comprendían su comunicación con las criaturas. Para ellos eran solo criaturas que tenían que estudiar porque no les quedaba otra, para él, eran como sus hermanos. Un día caminando por los pasillos se le acercó una chica de ojos felinos y le preguntó por los usos de la sangre de unicornio. Cuando se quiso dar cuenta, estaba llevando a la chica prácticamente en volandas al despacho del director porque le había ayudado a resolver uno de los misterios que le atormentaban en ese momento. A esa chica de ojos felinos, le confeso su primer gran secreto, un pequeño dragón que estaba cuidando a espaldas del mundo. Y ella sonrió. Consiguió ver el corazón de Marcus en aquel momento. Vio un corazón enorme y valeroso, recubierto por unas escamas rígidas y validas, como las del pequeño dragón que sujetaba en las manos. Y Megan supo que Marcus era grande. Pensó en ese momento que le confiaría su vida las veces que hiciese falta, porque, quien no pudiese ver esa grandeza jamás sabría lo que es la protección de un dragón de acero. Con el tiempo, Marcus fue cambiando, Megan se hizo más cercana, a ella le gustaba pensar que era como una hermana, así veía ella a Marcus, como su hermano mayor. Como su mejor amigo. Como la persona en la que confiaría a ciegas. Un día Marcus marchó a un largo viaje, donde estuvo apunto de perder la vida, y aun así, había tenido un pequeño momento para escribir una lechuza a Megan y a sus amigos para decirles lo que sentía. Megan rezó en su cama, rezó para volver a tener noticias de él. De su hermano. Y cuando las tuvo, su corazón salto de alegría, ya que le contó la muestra de amor más grande que jamás habría imaginado, ya no estaba solo. Aquella pequeña dragona que hizo que se conociesen, que hizo que Megan realmente viese a Marcus, había cambiado por amor, ya fuese amor de hermana, de dragón o de mujer, lo hizo para estar con Marcus, y Megan supo, que en ese momento, las duras escamas que recubrían el corazón de Marcus, ya no eran de acero, eran de puro dragón, de puro calor, puro fuego. Se habían reblandecido, pero al mismo tiempo, se habían hecho más difíciles de atravesar para los que querían herirle. Y cuando Megan volvió a ver a Marcus, le vio como siempre le había visto. Humano y dragón al mismo tiempo. Le vio como su hermano.
leer más...

por qué el destino entrelaza historias 1: Violetta

| | 0 comentarios



A las afueras de una ciudad, en una casa no demasiado grande, pero no pequeña en exceso, correteaba una niña de pelo oscuro y rizado, que enmarcaban la cara más bella del barrio, coronada por unos brillantes y electrizantes ojos azules. No vivía sola, un pequeño elfo con un zeppelin por cabeza pasaba las horas con ella. Era una chica solitaria, no tenía hermanos y su tío se pasaba la vida fuera de casa. Aunque no lo demostraba, se sentía triste, realmente quería salir a jugar con el resto de los niños, quería que su tío le hiciese algo de caso. Con el paso del tiempo, la niña conoció a un vecino, que, muy amablemente pasaba los días con ella, la enseñaba cosas y cuidaba de ella cuando su tío no estaba. Con su adorado vecino, aquella oscuridad y soledad que sentía en el corazón desapareció un poco, pero aun así, seguía sintiendo que nadie la comprendía. Cabe destacar de la protagonista de este pequeño cuento, que era una maga, una de las más poderosas del lugar. La niña creció y llegó el momento más esperado por todos los magos de su edad. Iba a entrar en la escuela más prestigiosa de todo el lugar. El primer día, de camino allí, conoció a una chica algo pequeñita, de pelo castaño y ojos felinos que se ofreció a ayudarla. Sin siquiera conocerse, la chica se ofreció a gastar una broma con ella. Lo que no sabía era que esa chica de ojos felinos, se había acercado a ella, porque, a pesar de ver el aura de oscuridad que emanaba la niña, había encontrado un pequeño punto de luz en ella, un pequeño punto de luz cálido, acogedor, un pequeño punto de luz que la chica de ojos felinos, quería hacer crecer, quería que todo el mundo pudiese disfrutar de aquella luz que ella veía. Pero parecía que la niña no quería dejarla salir.
Pasó el tiempo, y la niña, de nombre Violetta, fue haciendo amigos, y poco a poco, esa luz que había visto en ella la chica de ojos felinos, fue haciéndose más y más grande, hasta que no solo ella la veía. Sin darse cuenta, la chica de los ojos felinos y Violetta se habían hecho amigas, y Megan, que así se llamaba la otra chica, supo que no quería alejarse nunca de Violetta, ya que Megan parecía ser la única que realmente confiaba en ella, en que ella podía ser lo que ella realmente quisiese. Parecía ser la única que realmente estaba dispuesta a darlo todo por ella. Porque Megan había tocado ese punto de luz que había visto en ella el primer día que la conoció, y lo sintió calido, se sintió protegida y sintió como Violetta necesitaba que alguien creyese en ese punto de luz, ya que , a veces parecía que ni ella misma lo hacia. La amistad de Megan y Violetta ha tenido altibajos, como todas las amistades en esta vida, pero Megan sigue viendo esa luz a día de hoy en Violetta, y aunque a veces intente comprenderla, sabe que nunca podrá, pero ella sigue intentándolo, sigue queriendo que los demás la vean como ella la ve, es consciente de que no puede protegerla, que es ella la que ofrece protección, pero Megan no quiere protegerla de cosas físicas, quiere protegerla de todo mal que pueda apagar esa luz. Porque esa luz, es lo que realmente hace que todos a su al rededor la adoren.

Megan Nicole Nell
leer más...

viernes, 7 de diciembre de 2012

Y que la botella guarde nuestro mayor tesoro.

| | 0 comentarios


20 vueltas atrás, Ávalon, rey Arturo, Lancelot, Morgana, Nimue, Merlín, Celeste. Muere el rey, Nimue llora, Lancelot se marcha, Morgana corre tras de él. Marcus llora. Todos lloramos. Las velas ascienden. Precioso, simplemente precioso.
30 vueltas atrás, bosque inmenso, mar, snitches, lanzas, Bimbo, tribuo Aranasi. Rowina, Helga, Peeves, espirales, risas, conocimientos, Godric, Salazar, Eric el Rojo, Carol, Jason, Maximiliam, dragones, recuerdos, Ierobim, Estrella del Norte, conocimientos, retos, ganas, ideas, alegría, Gwen dirige, todos juntos, la réplica es perfecta. Isla Skie, huevo de hébrido, huevo de colacuerno, McFusty, travesía, perla de la atlantida, despedidas, fénix.
60 vueltas, casa, Marvin, Hannah, Hugo, Halloween, cena, conversación, tranquilidad, Marcus corre, Sally corre, Dumbledore se levanta, los profesores también, les seguimos, Dafne en el suelo, Violetta llora, La camara de los secretos ha sido abierta, Astoria pasmada, consuelo, sala común, Leslie, miedo, Marvin.

¿Habrá algun Halloween tranquilo?


leer más...

martes, 30 de octubre de 2012

Autumn

| | 0 comentarios


Los bosques de Ávalon están preciosos en esta época del año. Es una pena que no estés aquí para disfrutarlo. Me encargaré de que algún día lo veas. Al fin y al cabo, algún día este será nuestro hogar.
leer más...
 
 

Diseñado por: Compartidísimo
Con imágenes de: Scrappingmar©

 
Ir Arriba