Gwendolin Grindelwald nació en
Londres, bajo el seno de una familia poderosa. Por circunstancias de
la vida, ella nunca llegó a conocerles, en cambio, fue a parar en
otra familia que se preocupo por ella. Pasó su infancia con
Giovanni y Susane Nell y ellos le enseñaron la belleza del arte y la
disciplina necesaria para ser una buena Grindelwald. Creció fuerte y
bella en una casa de las afueras, y cuando llegó el momento, su
padre la mando a Dumstrang. Alli fue tratada entre algodones, era la
única chica de todo el colegio, y aun por encima era la nieta del
anterior mago tenebroso. Cuando estaba en Dumstrang, un chico se puso
en contacto con ella. Le pidió que por favor le ayudase, él quería
volver a su hogar, quería volver con su luz, y Gwen, se ofreció a
ayudarle. Llego el verano, y ella fue a un campamento de quiddich,
alli, conoció a bastante gente. Ese año iba a ingresar en Hogwarts,
y conoció a bastante gente de esa escuela. Conoció, de pura
casualidad a una chica de pelo rizado y tirando a rubio y unos ojos
verdes felinos que visitaba a sus compañeras de tienda. Gwen la
reconoció, pero la chica de rizos no sabia nada de ella, lo único
que sintió cuando la vio por primera vez, fue fuerza, pasión, y
belleza. Sobretodo belleza. Gwen, se acercó a Megan y habló de un
tema crudo, y habló con delicadeza. Megan se quedó impasible viendo
como Gwen hacia lo imposible por superar su incomodidad y contarle lo
que era necesario a Megan. Le contó que el amor de su vida había
vuelto por ella, y que tenia que estar preparada, también le contó
que eran familia. Megan se enfadó y Gwen lo asumió. Pasó tiempo, y
Megan escribió a Gwen pidiéndole perdón, y la invitó a pasar una
semana con sus futuros nuevos compañeros. Gwen fue y conoció un
poco el mundo que le esperaba. Megan, seguía viendo belleza. Pasó
el tiempo, y Gwen entró en Hogwarts, ya no estaba sola, tenía a
Violetta, y a Marcus, y a Leslie y a Marvin. Se embarcaron en un
montón de aventuras juntos, viajaron en el tiempo, y Gwen construyó
grandes cosas, compartió su arte con los demás. Una noche, delante
de un basilisco Megan ayudó a Gwen a conjurar algo grande, y lo
consiguió. Luego, Gwen vio como las cosas se desmoronaban un poco,
pero ella siguió al lado de todo el mundo, compartiendo su belleza y
su entereza. Cuando Violetta cayó enferma, Megan pudo ver plenamente
esa determinación y fuerza por parte de Gwen cuando permaneció fria
y seria, preocupada por Violetta, al igual que se habia preocupado
por Megan cuando le pasaron cosas malas. Y asi es como Megan se dio
cuenta de que Gwen era la belleza y la fuerza que unia las cosas,
Gwen era una pieza clave, como un pilar fuerte sin el cual cualquier
monumento se derruiría.
domingo, 5 de mayo de 2013
Por qué el destino entrelaza historias 4: "Gwen, el arte hecho persona."
Publicado por Niente Sawyer | en 9:18 |
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